Nuestras feromonas nos hacen atraer, la feniletilaminas nos enamoran, las endorfinas, oxitocinas, dopaminas, encefalinas, adrenalina,...nos dan la pasión, el romanticismo durante cierto tiempo, por que éste coctell de reacciones químicas caduca.
Podemos influir sobre nuestra vida emocional pero no la podemos comandar.
La codependencia en el desamor. comienza a independizarse cuando descubrimos que lo que sintieron no era amor, sino una forma de adicción psicológica. No hay otro camino que el sufrimiento y el dolor, deberán liberarse. El "sentimiento de amor" es la variable más importante de la educación interpersonal amorosa, pero no es la única. Una buena relación de pareja también debe fundamentarse en el respeto, la comunicación sincera, el deseo, los gustos, el humor, la sensibilidad, y cien adminículos más de supervivencia afectiva. Declararse afectivamente libre es promover afecto sin opresión, chantajes, es distanciarse de lo perjudicial y hacer contacto en la ternura. Quien decide romper con la adicción a su pareja, entiende que desligarse psicológicamente no es fomentar la frialdad afectiva, o la enemistad, porque la relación interpersonal nos hace humanos ¿Por qué nos ofendemos si el otro no se angustia con nuestra ausencia? ¿Por qué nos desconcierta tanto que nuestra pareja no sienta celos? ¿Realmente estamos preparados para una relación no dependiente? ¿Alguna vez lo han intentado? ¿Están dispuestos a correr el riesgo de no dominar, no poseer y aprender a perder? Alguna vez se han propuesto seriamente enfrentar sus miedos y emprender la aventura de amar sin apegos, no como algo teórico o despecho sino de hecho? ¿Qué dicen, se deciden a vivir libremente?
NO DEBEMOS CONFUNDIR: OBSESIÓN CON AMOR, CELOS CON AMOR, ENAMORAMIENTO CON AMOR, DESEO CON AMOR.
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