sábado, 14 de agosto de 2010

El Cyberbullying

Los usuarios de la Web o cibernautas usan nicks o identidades falsas para preservar su propia intimidad. Sin embargo, "en algunos casos, el escudo que provee el anonimato puede favorecer actitudes agresivas. El anonimato puede conducir a la pérdida de valores vinculados a la convivencia y el respeto por el otro". El anonimato que proporciona la red sirve para muchas de estas personas como escudo para las consecuencias de sus actos. Se cree que un alto porcentaje de personas jóvenes en Internet, son victimas de esta forma de violencia verbal. "El cyberbullying o cyberacoso es el acoso por parte de una persona a otra por medio de tecnologías interactivas”, donde se incluyen juegos online, emails, foros de Internet, mensajes de texto, móviles, facebook, website, correo electrónico ,SMS y otros dispositivos electrónicos.

En el cyberbullying van incluidos las amenazas de muerte, el envío de virus, entrar ilegalmente en las cuentas de correo de otras personas, intentar humillar o desprestigiar a alguien delante de otros en la red, fotografías retocadas, fotos y videos injuriantes tomados con celulares y difundidos por internet, mails y mensajes de texto intimidatorios, twitter, blogs y fotologs donde se cuelgan agravios y fotos trucadas, Mensajes de acoso desde mensajería instantánea (chat,foros, MSN, Skype, Yahoo Messenger), Robo de contraseñas de cuentas de correo y usuario web. Comentarios ofensivos en blogs y sitios web, Envío de imágenes a través de email y teléfonos móviles, Encuestas en Internet insultando o injuriando a algún menor, Juegos interactivos involucrando al acosado, el envío de código malicioso y virus al email de la víctima acosada, Envío de Porno y emails basura, Suplantación de identidad. El acosador asume la identidad de la víctima en internet y comete actos delictivos o que denigran la imagen del acosado…son los recursos más frecuentes que detectan las escuelas en esta nueva forma de acoso escolar difícil de controlar porque excede su alcance.

Los padres y educadores cumplen un rol importante en estas situaciones. No deben culpabilizar a sus hijos o estudiantes por ser acosados, sino que los deben acompañar y ayudar en el largo camino hacia la adultez. Pero la clave es la misma y se repite siempre: Hay que cuidar qué se comparte y con quién se comparte información en la red.

Un chico "buleado", que por vergüenza no se anima a contar a sus padres lo que ocurre, o que habiéndoles contado no recibe de ellos la debida protección... pone de manifiesto una relación familiar disfuncional.
• Si hay buena comunicación entre padres e hijos, estos últimos en caso de ser acosados, recurrirán a los primeros.
• Y es tarea de los padres buscar una solución, desde cambiar al chico de colegio hasta hacer terapia familiar para ver por qué el chico tiene baja autoestima, inseguridad, dificultad para hacerse respetar.
• Y si se puede tomar la vía judicial -contra el colegio, contra el chico abusador, contra las autoridades escolares que ven lo que sucede y no intervienen, pues a entablar demandas, a exigir sanciones.
• El mensaje que envían los padres con su accionar debe ser claro: "no podemos tolerar pasivamente la violencia; haremos lo que sea necesario para proteger a nuestro hijo y para enseñarle que cuando es victima de violencia DEBER REACCIONAR, ponerse a salvo y buscar justicia."
• Y cuando el chico, por vergüenza, no cuenta a sus padres lo que le pasa... es tarea de los padres detectar cambios en su conducta, cambios en sus hábitos alimentarios, en sus hábitos de sueño, irritabilidad, depresión, o cualquier otro síntoma de que algo no esta bien.
• Y si se detectan estos síntomas, los padres deben confrontar al chico para saber que le pasa.
• Y deben hablar con los profesores y el director e incluso con los compañeros del chico para llegar a la verdad.
• Los chicos que son victimas de abuso muchas veces están solos y aislados, no solamente en el aula, sino también en sus casas.
• En realidad, reproducen en el ámbito escolar el rol que tienen en su hogar: no son escuchados, no son tomados en cuenta, no son respetados, no son valorados.
Como ya se tiene entendido, en las redes sociales hay muchos cybernautas con acceso a la información privada de otras personas. Cuando alguien pone una imagen, video o algo sobre otra persona con el propósito de molestarla, la gente tiene acceso a ella y en muchos casos se propaga ya que la gente va mandando lo que haya tomado a conocidos, amigos o familia como una especie de ‘cadena’ mails o mensajes que la gente envía a todos sus contactos y cada uno de ellos a todos sus contactos y así sucesivamente.A medida que más y más niños tengan acceso a los ordenadores y los teléfonos móviles, es probable que la incidencia del ciberacoso aumente.(casuistica)

miércoles, 11 de agosto de 2010

LUDOPATIA VIRTUAL

Si bien los juegos en red, on line han tenido un notable incremento entre los chicos y jóvenes en este último tiempo, hay que tener en cuenta que esto es el resultado no sólo del tiempo que los padres pasan fuera de casa en tareas laborales, sino también con un estallido generalizado de la violencia y la inseguridad.
De esta forma, los padres prefieren que sus hijos pasen largas horas frente a una máquina, en un lugar que les agrade y les brinde seguridad, ya sea un cíber o su propia habitación. De esta forma, el uso del ocio y del juego físico ha pasado a ser meramente virtual”.
Los juegos que no incitan a la violencia pueden ser verdaderos generadores de capacidades cognitivas. Por ello existen determinados puntos que no hay que pasar por alto, para gozar del entretenimiento sin perjudicarse.
El juego: debe desarrollar actividades cognitivas; ayudar a generar razonamiento y estrategias de juegos; potenciar habilidades; incentivar la espera para conseguir el objetivo luego de un trabajo paciente de ingenio.
Tiempo de exposición: En los menores de 8 años el tiempo frente a la computadora debe ser de 30 a 40 minutos máximo. Más de 1 hora, es totalmente nocivo para el chico. Lo ideal es comenzar con entretenimientos sencillos que potencien sus destrezas.
El material audivisual: debe tener como finalidad el desarrollo del niño o adolescente, y no la descarga inmediata del impulso, que crean los juegos violentos y agresivos, donde el único objetivo es ganar matando.
Cómo evitar la adicción
Tener la computadora en un ambiente familiar, como el comedor de diario, para tener más noción del uso, tiempo y material elegido por niños y adolescentes. No es aconsejable en la habitación, ya que se pierde el contacto con ellos.
 En el caso de los cíber, darles la plata justa para que jueguen un par de horas (los mayores). Para los más pequeños el juego debe restringirse a la media hora.
Ser partícipes de los juegos, para saber de qué se tratan y medir mejor su contenido y efectos. Los padres deben dejar de tener miedo a la tecnología virtual, e incluirse con sus hijos en una realidad de fácil adaptación jugando con ellos.
No es aconsejable tener Internet libre en casa. La restricción es otro punto a favor para evitar la tentación.
Imbuirlos en el mundo del ocio sano y creativo, por medio de salidas al aire libre; la práctica de deportes; los espectáculos teatrales, el cine, etc. como una forma de mostrarles que la diversión no se limita a una máquina.
Una dificultad en el sujeto para relacionarse normalmente con su entorno. Así, una persona adicta desde el punto de vista clínico suele descuidar sus relaciones personales y laborales, piensa en jugar con videojuegos cuando no lo está haciendo, intenta terminar una sesión de juego sin éxito, se pone frente a los mandos de su máquina para evadir la tristeza o la rabia y tiende a mentir u ocultar sus hábitos. Todo ello deriva en graves consecuencias como ataques de pánico, problemas de sueño, fracaso escolar y ansiedad cuyo origen puede radicar en una personalidad dependiente propensa a las adicciones como el tabaquismo, alcohol o en problemas de matiz social, familiar y escolar que impulsen al individuo a jugar para evadir esa realidad a toda costa.
El tratamiento debe ser realizado por un equipo multidisciplinario de profesionales en adicciones. Se realizan terapias individuales, de pareja, familia o grupo, según la evaluación específica del abordaje profesional de áreas de deterioro, la intensidad y gravedad de los síntomas y comportamientos, de los problemas físicos y repercusiones en estudios, familia, trabajo, vida social y problemas jurídicos y/o financieros.